¿Qué son los tipos de interés federales?
Los tipos de interés federales se refieren a los tipos de interés fijados por el banco central de un país, como la Reserva Federal en Estados Unidos. Estos tipos pueden tener un impacto significativo en la economía, ya que afectan a los costes de los préstamos para los consumidores, las empresas y el gobierno.
La Reserva Federal fija un objetivo para el tipo de los fondos federales, el tipo de interés al que los bancos pueden prestarse dinero entre sí a un día. Los cambios en el tipo de los fondos federales pueden repercutir en los diferentes tipos de interés económicos, incluidos los de las hipotecas, los préstamos para automóviles y las tarjetas de crédito.
Al fijar los tipos de interés, el banco central puede influir en la actividad económica. Por ejemplo, unos tipos de interés más altos pueden ralentizar el crecimiento económico al encarecer los préstamos y reducir el gasto de los consumidores. Unos tipos de interés más bajos pueden estimular el crecimiento económico abaratando los préstamos e impulsando el gasto de los consumidores.
Por lo tanto, los tipos de interés federales son una herramienta importante para que los bancos centrales gestionen la economía y alcancen sus objetivos políticos, como un bajo desempleo, precios estables y un crecimiento económico sostenible.
Cómo funcionan los tipos de interés
Los tipos de interés son el precio que se cobra por pedir dinero prestado, y desempeñan un papel fundamental en el funcionamiento de una economía.
Funcionan así:
Los prestamistas cobran intereses para compensar el coste de oportunidad de prestar su dinero. Podrían haber invertido su dinero en otro sitio o haberlo utilizado para sus propios fines, pero en lugar de eso se lo prestan al prestatario. Los prestatarios pagan intereses para compensar al prestamista por el uso de su dinero. El tipo de interés se expresa como porcentaje del importe del préstamo y se cobra durante un periodo determinado, normalmente al año. También determina el coste del préstamo y puede afectar a la demanda de préstamos.
Unos tipos de interés más altos encarecen los préstamos, reducen la demanda y frenan la actividad económica. Unos tipos de interés más bajos abaratan los préstamos, lo que aumenta la demanda y estimula la actividad económica.
Los bancos centrales pueden influir en los tipos de interés fijando un objetivo para un tipo de interés clave, como el tipo de los fondos federales en Estados Unidos. Los cambios en el tipo de interés objetivo del banco central pueden repercutir en la economía y afectar a otros tipos de interés, como los de las hipotecas, los préstamos para automóviles y las tarjetas de crédito.
¿Qué impulsa a la Reserva Federal a modificar los tipos de interés?
La Reserva Federal (Fed) modifica los tipos de interés para alcanzar sus objetivos políticos, que incluyen la promoción del máximo empleo, precios estables y tipos de interés a largo plazo moderados.
La Fed tiene en cuenta una serie de datos e indicadores económicos a la hora de tomar decisiones sobre los tipos de interés, entre los que se incluyen:
La inflación: La Reserva Federal pretende mantener los precios estables y alcanzar su objetivo de inflación del 2%. La Fed puede subir los tipos de interés para frenar el crecimiento económico y frenar la inflación si ésta es demasiado alta. Si la inflación es demasiado baja, la Reserva Federal puede bajar los tipos de interés para estimular el crecimiento económico y aumentar la inflación.
El empleo: El objetivo de la Reserva Federal es promover el máximo empleo. Si la tasa de desempleo es alta, la Fed puede bajar los tipos de interés para estimular el crecimiento económico y crear empleo. Si la tasa de desempleo es baja, la Fed puede subir los tipos de interés para frenar el crecimiento económico y evitar que aumente la inflación.
Crecimiento económico: La Reserva Federal tiene en cuenta medidas de crecimiento económico, como el producto interior bruto (PIB), a la hora de tomar decisiones sobre los tipos de interés. Si la economía crece demasiado rápido, la Reserva Federal puede subir los tipos de interés para frenar el crecimiento y evitar que aumente la inflación. Si la economía crece demasiado despacio, la Reserva Federal puede bajar los tipos de interés para estimular el crecimiento.
Condiciones de los mercados financieros: La Reserva Federal también tiene en cuenta las condiciones de los mercados financieros, como la evolución de la bolsa y el rendimiento de los bonos, a la hora de tomar decisiones sobre los tipos de interés.
En última instancia, la meta de la Fed es equilibrar sus objetivos políticos de promover el máximo empleo, precios estables y tipos de interés a largo plazo moderados. La Fed modificará los tipos de interés para alcanzar estos objetivos y mantener la estabilidad económica.
4 formas en que los tipos de interés afectan a su dinero
Los tipos de interés pueden afectar a su dinero de varias maneras, entre ellas:
- Ahorro: Unos tipos de interés más altos pueden significar una mayor rentabilidad de las cuentas de ahorro y depósito. Por otro lado, unos tipos de interés más bajos pueden significar menores rendimientos en este tipo de cuentas.
- Préstamos: Unos tipos de interés más altos pueden encarecer el endeudamiento, aumentando el coste de pedir un préstamo, como una hipoteca o un préstamo para comprar un coche. Unos tipos de interés más bajos pueden abaratar el endeudamiento, reduciendo el coste de estos préstamos.
- Inversión: Los tipos de interés pueden afectar a las decisiones de inversión. Por ejemplo, cuando los tipos de interés son bajos, invertir en acciones o en bienes inmuebles puede resultar más atractivo, ya que la rentabilidad de estas inversiones puede ser mayor que la de inversiones seguras y de bajo rendimiento, como los bonos.
- Inflación: Los tipos de interés y la inflación están estrechamente relacionados. Unos tipos de interés más altos pueden ayudar a frenar la inflación al encarecer los préstamos, lo que puede reducir el gasto de los consumidores y ralentizar el crecimiento económico. Por otro lado, unos tipos de interés más bajos pueden estimular la inflación haciendo que sea más barato pedir dinero prestado, lo que puede aumentar el gasto de los consumidores y el crecimiento económico.