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En medio de la inflación en Europa y Estados Unidos, los precios de la vivienda en el Reino Unido han subido un 13,4% en junio en comparación con el año anterior. Se trata de la subida más rápida en 17 años.
El mercado se está beneficiando de los tipos hipotecarios, que están cerca de sus mínimos históricos, y de una exención fiscal temporal para la compra. El Banco de Inglaterra está preocupado por las cifras y los responsables políticos sopesan si reducir los estímulos fiscales. El Tesoro eliminará gradualmente la exención fiscal de las hipotecas durante el verano. A finales de septiembre se eliminará por completo la exención.
En Estados Unidos, la Reserva Federal (Fed) está considerando cambios similares. La Fed está debatiendo si empezar a reducir las compras de bonos respaldados por hipotecas y evitar el aumento de la compra masiva de inmuebles. Desde el 5 de marzo, la Fed ha comprado 982.000 millones en bonos respaldados por hipotecas y tiene previsto continuar con las compras para mantener bajos los costes de los préstamos y seguir estimulando la economía. Pero, al mismo tiempo, se está planteando reducir el apoyo a los estímulos.
Tanto Estados Unidos como Gran Bretaña confían en que la economía se recupere mientras retiran gradualmente su apoyo financiero al mercado inmobiliario.
El boom del petróleo
Por primera vez desde los años previos a la crisis inmobiliaria y económica de 2008, los bancos centrales empiezan a preocuparse por los datos de inflación al alza, espoleados por el auge de las materias primas.
Los metales y el petróleo han alcanzado máximos de varios años. El petróleo ronda los 75 dólares por barril, una cifra superior a la de hace poco más de un año. Rusia y Arabia Saudí vuelven a liderar el mercado. Los precios del Brent han subido un 45% en lo que va de año y, según Bloomberg, los bancos y traders de Wall Street vuelven a hablar de la posibilidad de que los precios superen los 100 dólares por barril por primera vez desde 2014.
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