Este mes, el oro ha registrado subidas, mientras que las criptomonedas están cayendo rápidamente. La divergencia en la dirección ha puesto en primer plano el debate de si ambos activos están correlacionados.
El oro ha alcanzado sus niveles más altos desde octubre, y los precios han rozado los 1.900 dólares por onza. La subida puede atribuirse a la debilidad del dólar, la caída de la inflación y los rendimientos ajustados. Sin embargo, parece que la reciente subida del oro puede ser la causa del alejamiento de los inversores hacia el Bitcoin, los cuales han decidido cambiar entre ambos activos.
En el otro extremo, el Bitcoin se ha desplomado casi un 40% desde su máximo histórico de 63.000 dólares. La caída se produjo después de que Elon Musk señalara que la minería de Bitcoin no es respetuosa con el medio ambiente. Las declaraciones comprometieron la confianza de los inversores e instituciones en el activo digital.
El vínculo entre el oro y el Bitcoin sigue siendo difícil de determinar. La conexión entre ambos podría atribuirse a la psicología del mercado más que a los flujos de dinero real, tal y como indica el reciente repunte del oro. Repunte ocasionado por la preocupación ante la presión de los precios y el debilitamiento del dólar.
En los últimos meses, el Bitcoin ha estado sometido a unas previsiones de precios elevadas; previsiones que se han visto mermadas por la venta masiva. Sin embargo, Mike McGlone, estratega de inteligencia de Bloomberg, estima que el Bitcoin alcanzará los 100.000 dólares. El analista cree que esta cripto podría convertirse algún día en un activo digital de reserva que hará que valga la pena invertir en él.
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