La semana pasada, la NFP añadió 850.000 nuevos puestos de trabajo al mercado. El dato, mejor de lo esperado, señala una recuperación gradual de la economía. Sin embargo, ayer la rentabilidad del Tesoro estadounidense a 10 años cayó por debajo del 1,35%, el nivel más bajo desde el 24 de febrero.
Ayer se publicaron los datos del ISM de servicios de junio. Las cifras reflejaron una caída superior a la esperada desde su máximo histórico de mayo. Tras la publicación de estas cifras, el rendimiento de referencia a 10 años retrocedió ocho puntos, y el rendimiento a 30 años cayó hasta el 1,971%, poniendo a prueba su media móvil de 200 días.
Los últimos datos de la NFP reflejan que un alto porcentaje de los puestos de trabajo añadidos en junio fueron en el sector de la hostelería. Estas cifras muestran que los estadounidenses están volviendo a la normalidad tras la pandemia. La caída de los rendimientos del Tesoro estadounidense, una cifra de pedidos manufactureros del ISM inferior a la esperada, y las últimas cifras de precios al consumo -que mostraron presiones inflacionistas-, son algunos de los factores que la Reserva Federal (Fed) tendrá en cuenta a la hora de dictar la política monetaria estadounidense.
Hoy se publicarán los datos de solicitudes de trabajom junto con las actas de la reuninón de la Fed de junio. Los datos de la Fed proporcionarán una visión general de las políticas fiscales y monetarias estadounidenses que se aplicarán en los próximos meses
China restringe las posibilidades de sus propias empresas
Desde princios de 2021, en el continente asiático, unas 36 empresas han salido a bolsa en Estados Unidos. El mismo número que en todo el año pasado. Ahora, China tiene en el punto de mira a todas las empresas locales que pretendan cotizar o vender sus acciones en una bolsa extranjera. Ayer, China anunció nuevas medidas que podrían dificultar a las empresas asiáticas la captación de fondos en Estados Unidos.
Las nuevas medidas ponen de manifiesto las rencillas personales entre Pekín y Washington, dejando a las empresas de ambos países atrapadas en medio de la refriega. China alega problemas de seguridad nacional cada vez que EEUU solicita el resultado de una auditoría a una empresa china. La obsesión de China por la seguridad y la protección de datos es el principal factor de estas nuevas medidas, que ponen en peligro los planes de las empresas asiáticas en la bolsa estadounidense.
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